El portavoz socialista en la Diputación Provincial de Alicante, Antonio Amorós, expresó su satisfacción por la decisión de la Unión Europea de financiar con 120 millones de euros el trasvase Júcar-Vinalopó, decisión que pone fin a las trabas de un PP que no ha hecho nada para que Alicante tenga agua y que no deja trabajar a los equipos que tienen interés en solucionar el problema hídrico de la provincia, en palabras del diputado del PSOE.
Sin embargo, Amorós lamentó que la financiación y el visto bueno de la Unión Europea al proyecto del trasvase Júcar-Vinalopó alegra a los alicantinos, pero entristece a los miembros del PP, muchos de ellos más preocupados en privilegios del agua que en solucionar el verdadero déficit de agua de los agricultores y regantes alicantinos.
El diputado socialista señaló que el trasvase entre el río valenciano y el alicantino es una pieza más del proyecto socialista para abastecer de agua de manera independiente a la provincia de Alicante. Una pieza que nada tiene que ver con la bronca permanente, el enfrentamiento, la propaganda ni los negocios de terceros, sino con el abastecimiento de los agricultores, las empresas, el turismo y nuestro uso doméstico, indicó Amorós.
El diputado provincial del PSPV-PSOE señaló que también son una realidad las desalinizadoras puestas en marcha como la de San Pedro del Pinatar, la ampliación de la planta de Alicante y las adjudicaciones de otras cuatro en la provincia. Estamos ante un política no radical en materia hídrica. Lo radical es jugarnos el futuro a una sola baza: un trasvase milkilométrico sin tener en cuenta el nivel de precipitaciones de los últimos años en España. La receta Narbona propone combinar todas las herramientas a nuestro alcance, y no ha descartado ninguna, reutilización, trasvasas, desalinización y ahorro.
Amorós deseó que la postura de la Unión Europea también sirva para que el PP y muchos de sus acólitos dejen de hacer daño a la provincia de Alicante y trabajen de manera seria y rigurosa para solucionar el problema del agua.